En el último tercio del siglo XX el rock se instalaba en el mundo con una épica de grandes dimensiones, majestuosa, con giras artísticas que podían durar años, presentaciones de un disco en cientos de ciudades y con millones de copias vendidas, conciertos en grandes estadios que duplicaban sus localidades en cancha, y centenares de técnicos locales y en gira montando poderosos sistemas de sonido, luces y efectos en enormes escenarios.
El debut de Los Rolling Stones en Chile en febrero de 1995, ilustra de cerca esa épica del rock. El concierto fue parte de la gira mundial por su reciente disco Voodoo Lounge (1994), que vendería unos 4.000.000 de discos en Europa, América y Japón. El Estadio Nacional resonó con 1.500.000 watts de potencia y acogió una cobra metálica de 40 metros de altura con 1.000 luces, llamaradas y fuegos artificiales. Todo esto en gira con la banda. Grandes dimensiones para un mundo cada vez más grande, donde ahora muchas personas y en lugares distintos podían escuchar, ver, bailar, corear un mismo disco en vivo y comprarlo.
Es que el rock no se andaba con chicas como su supuesto adversario, el pop, más individualista, íntimo y suavizado. Sin embargo, luego que el rock estallara en mil pedazos a fines de los setenta, ambos supuestos antagonistas se darían la mano formando el amplio archipiélago del pop-rock, que junto al pop y al rock, comprenderá al menos punk, grunge, hip-hop, reggae, ska y metal. Un archipiélago que le dará una larga sobrevida al rock. Prueba de ello es que el megaconcierto Live Aid, celebrado el 13 de julio de 1985 en los estadios Wembley de Londres y JF Kennedy de Filadelfia en plena era del pop, sea la fecha escogida para celebrar el día mundial del rock hasta la actualidad.
Live Aid llamaba a recolectar fondos por las hambrunas en Etiopía y Somalía, congregando a 75 bandas y solistas del rock clásico y del nuevo archipiélago del pop-rock, entre ellas Led Zeppelin, The Who, Black Sabbath, Queen, Sting, Judas Priest, Duran Duran, U2, Scorpions, Paul McCartney, Eric Clapton, David Bowie, Phil Collins y Madonna. El rock y sus aliados, entonces, no fue percibido solo como majestuoso, sino que con conciencia, haciéndose cargo de los problemas del mundo en que reinaba. “We Are The World” entonaron los artistas reunidos al final de este mega evento ante 3.000.000.000 de espectadores congregados en 72 países vía satélite, como en una mega gira simultánea. Los escenarios, las plateas, las giras, el mundo fueron más grandes a partir del rock. Larga vida a su reinado.
Juan Pablo González
Instituto de Música UAH